De lunas y pensamientos

Luna de la soledad
desnuda en silencio
viaja conmigo,
tanto hemos andado
buscando un camino
ahora dime, si sabes
si lo hemos encontrado
tu allá en el cenit
yo aquí,
bajo tu reflejo
blandiendo mi pluma
entintada en tu luz,
si la única forma
de alcanzar
mi libertad
de estremecer un segundo
es con palabras
déjame entonces, luna
contarte
en estas líneas
injustas
pero inequívocas,
déjame decirte,
ya que el tiempo
es nuestro
y que el día
demora,
déjame hablarte
de sus ojos de libertad
que traen anhelos
de campos abiertos
de miradas constantes,
de su risa
tan tirana
cautivante
que siempre quisiera oír,
de su palabra
mordaz
provocativa
de mis respuestas
de mis enojos
de mis perdones,
de su cabello
suavidad
en la que me perdería
a voluntad
pese a tu guía,
de sus manos
artificiosas
de pequeñas maravillas
en su tersura
blancas de nieve
pero cálidas
tan confortables
en las mías,
de su figura
de praderas
que no conozco
pero quisiera
para recorrerlas
descalzo
con la punta de mis dedos
y esperar allí
que se haga tarde
hasta que llegues
luna,
y te des cuenta
que no es locura
ni vanidad
o sinrazón,
que mis palabras
insuficientes
no alcanzan nunca
para contar
las maravillas
de ella
mi libertad
mi pensamiento,
hasta que el día llegue,
luna,
y muera
para volver a encontrarte
y hablarte de ella
otra vez
mientras andamos
buscando el camino
incendiando el silencio
esperando el momento
que nos honre
con su confianza
que nos libere
con sus caricias
y que nos tenga
en su pensamiento.