sábado, mayo 31, 2008

El aura

Hay un vacio latente
en sus ojos de barro verde
una piedra por corazón
¿Qué irá a hacer pensando
en mañana?
Si días después no existen
o llegan sin esperanza
el viento
ya secó sus lágrimas
tantas veces
no quiere hacerlo más
Esa cobija suave
el aura resplandeciente
nada viene, nada va
o sólo lo impertinente
es el temblor, el viejo
es el eclipse, tan drástico
es la ironía,
que le hace tan bien
tan mal
y la sonrisa expectante
de qué, siempre pregunta
pero sabe los motivos
las respuestas
los halagos
los rencores
y no mucho más
Ella es aire sobre la hierba
es agua tibia
sobre la espalda
es el color del otoño
el fuego sobreviviente
la noche que resplandece
y tanto más
pero él
no sabe
él sabe de condenas
de silencios
de vueltas al universo
las daría, para siempre
dejar todo
irse lejos
por la sonrisa expectante
por la mañana siguiente
por el aura.

lunes, mayo 26, 2008

Venciendo el sueño en vano, rebuscando metáforas; para qué. Ella es la forma del silencio, la norma de las cosas, la medida del tiempo. Y va espiralando, igual que antes pero no tanto, más allá, más acá. No hay llanto, ni canto, ni nada que incendia esta vez, si es tanto esa mirada que todo podría terminar allí, y nada más vale. Pero ese idioma no lo hablo, nunca supe de diplomacias, y espero sin cruzar, sólo un poco y vuelvo, este círculo de tiza que he trazado; que ahora es tan grande como la ciudad misma, y me mantengo prisionero en libertad, a voluntad.

En el interín he traicionado, como siempre, a mis manos. He mentido para escapar de mis años. He esperado un abrazo que no ha llegado, aunque estas cosas me las busco aún no aprendo y ya canso, sé, si estoy perdiendo hermanos. Pero tampoco pido nada de lo que antes daban, nunca lo hice, si todavía no lo entendí, es que no estoy equivocado. Tener orgullo y convicciones nos hacen solitarios.

Pero al final del día, cuando permanezco inmóvil, soy insincero conmigo mismo, y eso no me lo puedo perdonar. Si ya no falta tanto, tanto.