miércoles, octubre 29, 2008

Entre serpientes y corderos


Las hojas del otoño se fueron
con tu voz sobre la brisa
lejana pero incesante
arremolinándose en mi cabello,
levanto la frente cansado
de girar este anillo en mi dedo
mientras imagino
entre serpientes y corderos,
caminos al horizonte
para recorrer lentamente
no sé si siempre será así
o sólo serán los momentos
tan fugaces pero eternos
donde mis manos tomaron vuelo
y viajaron
o quisieron
apartar un poco de tiempo
regalártelo
robarte una sonrisa
hablando en silencios
cada caricia
como si fuese la última
grabada a fuego,
serán los momentos
que duelen, y queman
los que sostengo,
será que no entiendo
lo que es real
y lo que es sueño.

Hoy
ese mechón de pelo
sobre tus ojos
es tu belleza encendida
alguna vez te lo dije
ahora
es una hermosa ironía
te sirve para escondernos.

viernes, octubre 17, 2008

Una hoja en blanco


Una hoja en blanco si no hay nada dicho es todo lo que habrá por decirse, por hacerse. Una hoja en blanco es el testigo de algún fracaso, de una sonrisa, de que aprendiste. Una hoja en blanco son los errores a cometerse, son las mentiras que leerás, son las verdades que seguirás. Es el delirio que estás pensando, el final de locuras de ayer, el prólogo de las de mañana. Son las excusas que necesitarás para empezar de nuevo. Es la condena de haber escrito tanto y que nada esté dicho. Son las marcas que no has dejado, porque nada quedó, nada. Una hoja en blanco es otro momento perdido, pensando que podrías estar dibujando, escribiendo, queriendo, o intentando.

martes, octubre 14, 2008

Uno y el rayo


Bajo del cielo
uno y el rayo
dueño del viento
y la brisa sucumbe
desliza
brillante en celestes
por la pendiente
de mis brazos
mis venas más puras
apuntan al cielo
para volver
caer
golpear la tierra
madurar el temblor
el fuego me enseña
cuando me quema
quién soy
y vos, quién sos?
aquí cerca
vas como el rayo también
y vos, quién sos?
en tu cueva
sentenciando las penas
y vos, quién sos?
siempre fiel
al pulso terrible
que ya es pulsión
aquí
desde el cenit
hasta la vera madre
de todas las cosas
sonrisas serenas
o lluvias al mar
y nada me toca
y nada me quiebra
ya no me ves
ya no me ven
soy uno y el rayo
sonando en el tiempo
cerrando el espacio
soy dos y el rayo
latiendo con fuerza
curando las heridas
soy tres y el rayo
destino sin siembra
cordero sin lobo
soy cuatro y el rayo
apunto, disparo
no me alcanzas
no me llegas
soy uno y el rayo
soy uno y la tierra.

lunes, octubre 13, 2008

Lejos de Fornobas


pour l'instant

tiene recuerdos hermosos. De correr, de esconderse. Nada lo detenía, sabía, era lo importante. Pronto aprendió a caer y levantarse. Sacudirse la tierra, limpiarse las rodillas. Todavía había mucho por correr. Para caminar.

alors

es bueno saber cuándo detenerse y cuando avanzar. Decidió avanzar. Fornobas seguía lejos, y tal vez no existiese, pero el camino es propio. Nunca sabiendo qué hacer, abriéndose paso entre una jungla de mentiras verdaderas, o verdades mentirosas.


depuis


Sentado a la vera del mundo, que tenía esa maldita manía de seguir, siempre seguir, nunca parar, buscando un golpe que acomode su cuerpo. El cigarrillo ya consumido, casi; una última bocanada por ahora. Pero no paraban de vibrar en el espacio, en el tiempo, mil recuerdos tan salvajes, despiadados, y tan bellos de otra vida vivida, o tal vez no.

No hay un sendero posible entre las vanidades del tiempo, sólo hay espacio vacío. El camino se abre a la fuerza, si en la oscuridad hasta un pequeño resplandor es un tesoro. Era un resplandor, una luz, buscando otra luz; los tenues impulsos son todo. Lo que te guía, bueno o malo el sendero, los pasos lo harán, para eso aprendes a correr, a caminar, a levantarte.

Guardamos los recuerdos bellos como malos, y tal vez los malos como los buenos. Será porque enseñan que habrá recuerdos mejores, que el tiempo es inclemente y piadoso, a la vez, por no parar.

Pero igual, nunca olvidaste Fornobas, pensaste en tu orgullo, en quién sos, en ella, siempre en ella, en qué pensar... decidiste sentarte a la vera del mundo a encender otro cigarrillo, tarareando otra vez esa nueva vieja canción... nada nos cambia...