miércoles, diciembre 03, 2008

Cien estrofas para un árbol


Será como un encuentro a la vista, ensimismado
en saber qué hay detras del tallo blando
pierdo los pasos que sigo en vano
encuentro el camino sin saber buscando
o teniendo tal vez esa esperanza
como la llovizna tenue de noviembre
de encontrar bajo el árbol que descansa
en el prado que tu mirada siembre
al suspiro intermitente en mis silencios
a los ojos que se cierran pero viajan,
las sonrisas que regalas son por siempre
pero siempre esperaré las de mañana
porque las hojas me abrigarán en el invierno
y su corteza va queriendonos de a poco
será la tierra, el sol, el viento, el agua,
será otra cosa la que se transforme en savia
tal vez verdades que aprendimos con el tiempo
y con el precio que se aprenden las verdades.

Hoy con la brisa que despierta tu pasar
veo agitarse allí en la altura, allí sus hojas
bajo el resguardo que promete van las horas
adormecidas en los brazos del azar,
no sé que hacer cuando tus ojos no me tocan
para que vuelvan otra vez a acariciarme
o ser destino de tus manos industriosas
o ser final de las ideas de tu arte
bajo éste árbol escribiré cien estrofas
serán cien más de las que vos podrás reirte
será que nos divierten ya las formas
serán cien más porque ya sé, puedo encontrarte
y sin embargo, aquí, sigo escribiendo
aunque ya es tarde y debería otros momentos
será que soy como la savia de las hojas
será que sos la luz,
será que sos el agua,
tal vez el viento,
y la tierra,
la luz,
el agua,
el viento,
la tierra,
y verte dormir entre mis brazos me hace bien,
y oírte cantar entre las risas que creamos
luego decirte éstas verdades al oído
o escuchar las tuyas, las que espero
y nada más que mirarnos en silencio
bajo un cielo que sembramos con el tiempo
para que crezcan nuevos árboles, nuevas palabras,
para que rías, y me digas, yo también.

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