viernes, diciembre 11, 2009

Volví


Dale paso al viento, despacito, no tanto; dale paso a la voz que cruza en los altos, soy yo que pido un descanso más en tus brazos, pero cinco lunas sin palabras fueron tantas, que vuelvo en tres más a bailar por estas páginas, porque te tengo una deuda que no puedo pagar, tanta sonrisa implacable, locura inminente que estalla, y sólo tengo ésto, mi hermosa, sólo viento y palabras.

Qué pasa niña? Por qué lloras? Si me he equivocado hasta morir pelearé con tus lágrimas... sí, ahora ríes y todo cambia, el resplandor de tu risa es bestial, mi niña, me arrastra flotando en recuerdos que no habrán pasado cuando cierres los ojos, te veré dormir con ternura, descansa. Yo sigo tocando ésta música inmensa, la armonía del alma que avanza y destaca en un punto estelar, resiste en un éxtasis tan infernal, no es el calor de ésta ciudad de tiza, éste fuego en las manos reclama su parte y te surca incansable, no puede parar, mi amor, no puede parar.

Quisiera ser más para contener éstas ansias, pero el mundo es un lugar complejo y hermoso. Poco a poco, despacito como éste viento que llama a tu puerta, será otro lugar, si yo ya no puedo cambiar lo que soy hace tanto, desde que abrí los ojos, o desde que te ví, si ya no puedo ser otro ni ser uno más, será el resto del mundo lo que girará, la forma mejor de las cosas está por llegar - y entonces acá vuelvo, mi niña, a divagar un poco, un poco más, en las marquesinas de algún viejo futuro, pero sin olvidar la verdad, te amo mi niña, la música suena, la siento, será que por aquí cerca la orquesta del cielo empezó a tocar...

1 comentario:

Laura dijo...

que lindo mi amor!!!!