sábado, septiembre 01, 2007

Vamos

Vamos, vamos, que a pesar de todo nada acaba, y hoy dará paso a mañana, y mañana también será pasado. Mientras tanto, cobijado entre cirujas y gitanos, aunque no entienda sus palabras algo hablan, y mi alma calla, y me arrepiento de nada. Que por pudor nunca quise escribir un tango, y hoy soy barrio y noche, bandera y canto, sonrisa y llanto. Que la muerte es el negocio equivocado, en tanta vida, aunque cruda y despiadada, aunque triste o agotada, aunque bella y necesaria, es vida, buena o mala. Vamos, vamos, que el gatillo entre mis manos ha estallado, pero sólo porque así me han obligado. Que no soy libre de culpa, ni de cargo, pero igual descanso. Que sólo importa que ya nadie entienda nada, como antítesis de un plagio necesario. Porque mis frases son sólo palabras con poco significado, o tanto. Vamos, vamos, que nos mentimos sólo por no matarnos, que entre un mañana y cuatro meses sólo hay llanto. Que rara vez me equivoqué al contemplarlo, es un orgullo tan absurdo y tan lejano. Vamos, vamos, que de divino no nos queda ya ni el vino, pero igual disfruto más el ser humano; aunque no entienda donde van, igual, ahí vamos. Si sé que siempre me acompaña un viejo hermano, que no está pero lo encuentro en cualquier lado; que la distancia, o circunstancia, ha separado. Que entre las cuerdas, tanto tiempo hemos dejado, tanta alma, tanto llanto. Vamos, vamos, que ya no hablamos, no callamos, no estamos. Porque yo elijo el camino, y lo desando. Y si hay espinas, las haré tierra con las manos, para sembrar algún pasado. Pero no esperaré allí, del otro lado, porque el camino sólo acaba cuando ya no andamos. Vamos, vamos, que todavía no olvidé algunas palabras, y si pudiese, igual no cambiaría nada, porque la vida no es casualidad ni acaba si al final nos conforma casi nada. Que yo admito que también me he equivocado, desde el primero hasta el último presagio, si es lo que hace falta para seguir andando. Y por supuesto, las que arden son mis manos. Vamos, vamos, que aún no tengo nada en claro, ni cómo hacer para ser tanto, o tan poco, o ser algo. Que los silencios son hermosos pero en vano. Aunque sea lo mismo callar o decir algo. Vamos, vamos, que otra prosa tan infame me ha ganado; y lo mediocre es jamás haber luchado. Y que a veces lo mejor es olvidar, pero no tanto. Entonces tal vez algún ciruja, con alma de gitano, entienda de qué hablo. Mientras tanto, vamos.

17/04/06

No hay comentarios: