viernes, septiembre 14, 2007

Take a second look

La negrura del lugar era imposible, al azar quedan detalles evidentes que esta memoria distraída no guardó. Estaba yo en plena inspiración, dueño del groove más infernal, aquel que se hace fuego entre las cuerdas, aquel que agita el aire del lugar.

Una voz gruesa y familiar, inconfundible, un cigarro, whiskey santo, del mejor. Un justo, un pecador, la indiferencia, una cadencia (aquí no importan las palabras), y una sonrisa franca, pero atroz.

Between the crowd, unos ojos, la mirada, no expresión; y otra vez el mismo hechizo de mi ciencia me sacó.

La pregunta del Hombre me volvió a una realidad;

-Luth, there’s blood on your guitar...
-That ain’t blood, that’s just my soul foolin around - pude explicar, y el humo del cigarro se hizo cargo del local...

Apurando el viejo whiskey, y el blues en complicidad, el Hombre Sin Dolor me segundó, siempre un paso adelante, y sentenció,

-Take a second look...

Una Gran Lady tan bestial, un marco rojo sin igual, y otra mirada tan atroz, y tan fugaz. Lo salvaje del momento le dió impulso a aquel compás, la llama ardio más, y más, y más, y dí por tierra algún prejuicio para el caos desatar. Y llego El Otro, del averno más profundo, y sin dudarlo se puso a bailar. Allí la noche se hizo trizas, otra vez, descansando entre vapores de alquitrán, destilando licores infernales que jamás pude negar. Un clímax interminable, otra sonrisa, inexpugnable, la crudeza más deseable que jamás quise explicar. Arder era la consigna, la misión, la salvación; demoliendo meridianos, la ciudad no despertó, y a aquel viejo tugurio la cordura no volvió.

Y como dos noches atrás, en soledad, me fuí por un siniestro callejón,

Just the moon, me, and my guitar...

---

13/04/06

No hay comentarios: